Emperatriz
En el extranjero, Emperatriz está sola, embarazada de su segundo hijo y a punto de ser deportada. En medio de su desesperación, llama a Armando Mendoza; lo que ella ignora es que el hombre que ama festeja el cumpleaños de su esposa Alma Rosa del Real junto con sus hijas Esther, Elisa y Elena. Esther, la hija mayor, es el bebé que él le arrebató cuando ella cumplía una condena por un fraude que cometió Armando. La respuesta de este la obliga a enfrentar la verdad: él se ha burlado de su amor de la manera más ruin. Hace años y siguiendo el consejo de Perfecta, su madre, Emperatriz entregó al bebé a Armando, bajo la creencia de que ambas volverían a estar juntas.Al salir libre, el astuto manipulador le hizo creer que podría ser encarcelada de nuevo, por lo que era mejor que se fuera lejos. El profundo dolor que ciega a Emperatriz clama venganza; de hoy en adelante su meta será recuperar a su hija y destruir al hombre que tanto amó. Emperatriz encuentra en Manuel, un inteligente hombre de negocios, el apoyo necesario para regresar a su país y buscar a su hija. Sus planes se ven afectados por dos circunstancias, la atracción que hay entre ellos y el impulsivo carácter de Emperatriz. Sus vidas dan un vuelco cuando Emperatriz se presenta ante la familia Del Real y conoce a Alejandro, viudo de Margarita del Real, la hermana de Alma Rosa y a quien Justo del Real ve como a un hijo.
Es gracias a Alejandro que el corazón de Emperatriz vuelve a latir. Alma Rosa muere de un infarto tras una terrible discusión con Emperatriz, quien ve coronado su deseo de desintegrar a la familia de Armando, pero, creyendo que Elisa es su hija, Emperatriz busca estar a su lado. En la muerte de Alma Rosa y el supuesto suicidio de Armando, Elisa encuentra más razones para destruir a Emperatriz.